Después de terminar mi carrera entendí que la nutrición era más que teoría, biología y nutrientes. ¡Ningún paciente habla de calorías! Las personas hablan de su día a día, de sus procesos de autocuidado y de las dificultades que encuentran para salir del piloto automático en el que nos enseñaron a vivir y a comer. 

Por eso desde que inicié mi consultorio procuré escuchar y entender a cada persona dentro de su contexto y sus necesidades, para brindar un espacio seguro con perspectiva integradora y bio-psicosocial.

Esa es la razón por la que me he formado en diversos temas y técnicas para poder seleccionar las mejores herramientas para trabajar con cada persona.